Géneros periodísticos

El titular
  • Los titulares constituyen el principal elemento de una información.
  • Sirven para centrar la atención del lector.
  • Los titulares han de ser inequívocos, concretos, asequibles para todo tipo de lectores y ajenos a cualquier clase de sensacionalismo.
  • Asimismo, serán escuetos, aunque nunca se sacrificará la claridad expositiva a su brevedad, ni se eludirán las normas elementales de la sintaxis castellana.
  • Los titulares responden fielmente a la información.
  • Los titulares deben satisfacer la curiosidad primera del lector, que ha de quedar enterado de lo que ocurre sin necesidad de acudir al resto de la información.
  • La parte principal de un titular debe contener lo más importante de la noticia, en el caso de un texto informativo, o lo más llamativo del artículo (para el resto de los supuestos).
  • El antetítulo y el subtítulo son elementos que complementan el título.
  • Los verbos de los titulares se deben escribir preferentemente en el tiempo presente.
  • Se prefiere la afirmación a la negación.
  • Los titulares incluirán sólo excepcionalmente la palabra 'no'.
  • Normalmente, es noticia lo que ocurre; y con menos frecuencia, lo que no ocurre.
  • Se prohíbe terminantemente el uso de expresiones en el titular -también restringidas en los textos- como 'podría', 'no se descarta', 'al parecer', 'posible', 'probable' y otras similares.
  • El título debe tener un contenido claro y cierto, que transmita credibilidad a toda la información.
  • La calidad del titular da la medida de la calidad de la noticia.
  • Una buena información es la que se resuelve con un título corto. La noticia que precisa un título largo o muy matizado no ofrece muchas garantías de resultar atractiva.
  • En los reportajes, un buen título no supera las seis palabras. Debe mostrar ingenio y a la vez transmitir información. Con estas dos características atraerá al lector hacia el texto.
  • Cuando el contenido lo permita, el título contendrá alguna dosis de humor.
  • El mejor titular es aquel que no necesita signos de puntuación como la coma o el punto y coma.
  • Jamás se emplearán admiraciones (salvo citas textuales).
  • Y debe limitarse el uso de los interrogantes a los artículos de opinión o análisis encabezados así por colaboradores ajenos a la Redacción.
  • Los dos puntos se utilizarán sólo cuando después de un nombre propio siga una frase entrecomillada, una frase pronunciada por esa persona.
  • No deben emplearse siglas en los titulares, salvo que las conozca sobradamente la generalidad de los lectores.
  • Hay que procurar que en los titulares de una misma página no se repitan palabras o la misma raíz de palabras distintas (por ejemplo, 'dirigir' y 'dirigente').
  • Dimensiones. Las informaciones generales emplearán normalmente titulación a una, dos, tres y cuatro columnas, según su importancia. En casos excepcionales se titulará a cinco columnas. Los reportajes, entrevistas e informaciones deportivas no se someten necesariamente a esta norma.
  • El ancho en columnas de los titulares vendrá dado por la importancia de la información y, en cierta medida, por la longitud del texto. La información más importante será normalmente la de mayor número de columnas.
  • El ancho condiciona igualmente el número de líneas posibles en cada titular. Los máximos permitidos son los siguientes: a cinco columnas, no más de una línea; a cuatro, dos; a tres, dos; a dos, tres, y a una, cuatro. En la primera página pueden emplearse cinco líneas para un título a una columna.
  • En cada titular, el cuerpo mayor utilizado corresponderá a la cabeza, y otro menor, al elemento complementario.
  • Los cuerpos superiores al 40 sólo se podrán utilizar para grandes acontecimientos informativos, y solamente en la primera página a cinco columnas.
La noticia
  • En un texto informativo, el uso de la técnica de la pirámide invertida (de mayor a menor interés) es conveniente, pero no obligatorio. 
  • Siempre se ha de comenzar por el hecho más importante, que estará recogido, a su vez, en el título.
  • Entradilla. La entrada es el primer párrafo de la noticia. Esté diferenciada tipográficamente o no, contendrá lo principal del cuerpo informativo, pero no deberá constituir un resumen o un sumario de todo el artículo. Ha de ser lo suficientemente completa y autónoma como para que el lector conozca lo fundamental de la noticia sólo con leer el primer párrafo. De él se desprenderá necesariamente el título de la información. Su extensión ideal, unas 60 palabras. 
  • El primer párrafo no debe contener necesariamente (aunque sí es conveniente) las clásicas respuestas a las preguntas qué, quién, cómo, dónde, cuándo y por qué. Estas seis respuestas pueden estar desgranadas a lo largo de la información -lo cual requerirá dos o, quizá, tres párrafos-, pero siempre según la mayor o menor importancia que cada una de ellas tenga en cada caso. 
  • Cuerpo informativo. El cuerpo de la noticia desarrolla la información con todo tipo de elementos complementarios; incluye los datos que no figuran en la entrada, explica los antecedentes y apunta las posibles consecuencias. Esto no significa que se puedan incluir opiniones partidistas o juicios de valor sobre lo que se narra. 
  • Entrada y cuerpo de una información no deben superar, salvo casos excepcionales, las 900 palabras. 
  • Siempre ha de escribirse cada párrafo de una noticia como si fuera el último. Al término de cada párrafo, la noticia debe tener unidad en sí misma; no puede quedar coja o falta de alguna explicación. Esto permitirá cortar y reajustar el texto sin problemas y con rapidez en el caso de que sea necesario. 
  • El principal objetivo al escribir una información es mantener el interés del lector hasta el final. Cada parte de un artículo, reportaje o crónica ha de ser consecuencia lógica de la parte anterior. 
  • Ningún párrafo debe constar de más de 100 palabras. 
  • Un texto informativo debe explicarse en sí mismo. Ha de estar concebido de manera que el lector no necesite recordar los antecedentes para comprender la información que se le ofrece. Hay que ofrecer al lector todos los datos necesarios para que comprenda el entorno de los hechos que se narran. El número de habitantes de una localidad es un dato fundamental en cualquier información que se refiera a ella. 
  • El rigor del dato es fundamental en las informaciones. No basta con escribir que un grupo de agricultores ha tomado el Ayuntamiento; habrá que precisar de cuántos se trataba. 
El artículo de opinión
  • Los artículos de opinión (también llamados 'tribunas') responden al estilo propio del autor y no serán retocados, salvo por razones de ajuste o errores flagrantes (incluidos los ortográficos). 
  • Todos los artículos de opinión llevarán, tras la última línea, un pie de autor -por conocido que éste sea- donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado. 
  • Esta norma es extensible a las colaboraciones de las páginas de Opinión tanto como a las tribunas que se publiquen en las demás secciones.
La entrevista
  • Las declaraciones obtenidas mediante el diálogo con un personaje no siempre han de adquirir la forma de entrevista. 
  • La presentación con preguntas y respuestas debe reservarse para las entrevistas extensas y a fondo. 
  • En los demás supuestos, su presentación será la de un reportaje o, si tiene interés como información de actualidad, la de una noticia, en ambos casos con sus correspondientes entrecomillados. 
  • De cualquier forma, a efectos de construcción y presentación, caben tres tipos de entrevista: la entrevista de declaraciones, la entrevista-perfil y una mezcla de ambas. 
    • Entrevista de declaraciones 
      • Una entrevista que se reproduce por el sistema de pregunta-respuesta debe contar con una presentación del entrevistado en la que se refleje su personalidad, así como cuantos datos reveladores sean precisos para situarle y explicar los motivos por los cuales se le interroga. 
      • Esta presentación ha de redactarse como pieza separada, que puede ir al principio o donde convenga a la confección, pero siempre de tal manera que no haya ruptura brusca entre la presentación y el cuerpo de la entrevista. 
      • En este tipo de entrevistas, la pregunta irá precedida de una P (salvo en la primera, en que se escribirá 'Pregunta'), y las respuestas, de una R (salvo la contestación inicial, en que se escribirá 'Respuesta'). Estas marcas iniciales se compondrán en negrita. 
      • En las entrevistas de declaraciones no se deben intercalar comentarios al transcribir la conversación. Este tipo de información (reacciones del entrevistado al recibir o contestar una pregunta, oposición a responder o abordar determinadas cuestiones, etcétera) ha de incluirse en la presentación. 
      • La finalidad de la entrevista es dar a conocer las opiniones e ideas del personaje entrevistado, nunca las del entrevistador. Al entrevistado hay que dejarle hablar. No obstante, las respuestas extensas deben ser condensadas, siempre que no se mutile la idea, y convenientemente aclaradas las que resulten farragosas. 
      • Las preguntas deben ser breves y directas. Es mucho más sencillo de leer un diálogo con frases cortas, tanto del entrevistado como del entrevistador. 
      • Hay que evitar generalmente las preguntas que sugieren la respuesta o invitan a responder con un monosílabo. 
      • Se tratará siempre de usted al interlocutor. 
      • Los defectos de dicción o de construcción idiomática de un entrevistado -por tartamudez, por ser extranjero o causa similar- no deben ser reproducidos. 
    • Entrevista-perfil
      • Este tipo de entrevista admite una mayor libertad formal, al no ser necesaria la fórmula pregunta-respuesta. 
      • En este caso, se pueden incluir comentarios y descripciones, así como intercalar datos biográficos del personaje abordado.
La crónica
  • La crónica es un estilo situado a medio camino entre la noticia, la opinión y el reportaje. 
  • Puede emplearse el estilo de crónica cuando se trate de informaciones amplias escritas por especialistas del periódico en la materia de que se trate, corresponsales en el extranjero, enviados especiales a un acontecimiento o comentaristas deportivos, taurinos o artísticos. 
  • La crónica debe contener elementos noticiosos -será titulada por regla general como una información- y puede incluir análisis (y, por tanto, cierta opinión o interpretación). 
  • El autor debe, no obstante, explicar y razonar las interpretaciones que exprese, y construir su texto de modo que la información prime sobre la interpretación. 
  • La crónica debe mostrar un estilo ameno, a ser posible con anécdotas y curiosidades. 
  • La crónica de acontecimientos deportivos o taurinos no debe olvidar los datos fundamentales para los lectores que no los han presenciado, aunque fueran transmitidos por radio o televisión.
El reportaje
  • El reportaje - género que combina la información con las descripciones e interpretaciones de estilo literario - debe abrirse con un párrafo muy atractivo, que apasione al lector. 
  • Por tratarse de un género desligado de la estricta actualidad diaria, no puede ofrecer como arranque, generalmente, un hecho noticioso. 
  • Ha de sustituirse tal arma, por tanto, con imaginación y originalidad. 
  • A la vez, el arranque debe centrar el tema para que el lector sepa desde un primer momento de qué se le va a informar. 
  • Tras la entradilla, el relato ha de encadenarse con estructura y lógica internas. 
  • El periodista debe emplear citas, anécdotas, ejemplos y datos de interés humano para dar vivacidad a su trabajo. 
  • En los reportajes muy extensos, lo preferible es concebir grupos de varios párrafos conectados entre sí, como pequeños capítulos internos. 
  • El último párrafo de un reportaje debe ser escrito muy cuidadosamente. Tiene que servir como remate, pero sin establecer conclusiones aventuradas o absurdamente chistosas. 
  • El último párrafo tiene que dejar cierto regusto al lector y conectar con la idea principal. 
  • Jamás debe ser cortado el último párrafo de un reportaje por razones de espacio.
El editorial
  • El editorial parte de la referencia a una noticia importante de la actualidad y trata de orientar con su comentario la opinión de los lectores. 
  • Los editoriales no se firman, con lo cual se da a entender que manifiestan la opinión del periódico, de ahí su nombre de "editorial". 
  • Ocupa un lugar destacado en el periódico y siempre el mismo. 
  • Su cometido es el de suscitar debates e interpretaciones diversas. 
  • Por lo común, el editorial lo escribe el director, un equipo de redacción o una persona identificada con la línea ideológica del periódico. 
  • Estructura del editorial 
    • El orden de interés es en este caso creciente, al contrario de lo que ocurre en la noticia. 
    • El último párrafo es fundamental porque en él aparecen las conclusiones. 
    • Habitualmente en el texto del editorial se distinguen tres partes: 
      • Planteamiento del tema sobre el que se va a opinar 
      • Análisis y discusión (argumentos) 
      • Consecuencias y conclusiones 
  • Estilo del editorial. 
    • El lenguaje empleado ha de ser expositivo o argumentativo, pero se evitará que sea demasiado complicado y demasiado autoritario. 
    • Hoy día los periódicos de gran tirada evitan adoptar posturas radicales y extremistas, dada la diversidad de sus lectores; procuran más bien interpretar o aclarar los hechos. 
  • Los editoriales son responsabilidad del director.
Cartas al director
  • Se consideran como tales, válidas para publicar en la sección correspondiente, sólo aquellas cartas firmadas y avaladas (número del carné de identidad, domicilio, teléfono, etcétera) de modo que puedan ser autentificadas. Todas deben ser comprobadas antes de publicarse. Igualmente, se verificarán los datos de las cartas que contradigan otros publicados en el periódico (no así las opiniones). Si resultan falsos los datos aportados por el lector, la carta no será publicada.
Normas de redacción
  • Nomas generales válidas para todos los géneros periodísticos. 
  • El propósito al redactar cualquier noticia es comunicar hechos e ideas a un público heterogéneo. Por tanto, el estilo de redacción debe ser claro, conciso, preciso, fluido y fácilmente comprensible, a fin de captar el interés del lector
  • Las frases deben ser cortas, con una extensión máxima aconsejable de 20 palabras.
  • Sujeto, verbo y predicado es regla de oro.
  • No obstante, conviene variar la longitud y estructura de las frases y los párrafos. Es una forma de mantener el interés. Cambiar la forma, el orden y los elementos de las frases resulta más importante incluso que cambiar su longitud. Repetir la misma estructura es el camino más seguro para aburrir al lector.
  • Es preferible utilizar los verbos en activa y en tiempo presente. Esto acerca la acción al lector.
  • En las informaciones siempre han de quedar bien claras las circunstancias de tiempo en que se produce la noticia. Estas circunstancias deben estar referidas a la fecha de publicación del periódico.
  • La información debe ser exacta. Hay que evitar expresiones como 'varios', 'un grupo', 'algunos', 'numerosos'..., para sustituirlas por datos concretos.
  • En los casos conflictivos hay que escuchar o acudir siempre a las dos partes en litigio. El autor de un texto informativo debe permanecer totalmente al margen de lo que cuenta, por lo que no podrá utilizar la primera persona del singular.
  • Las citas o reproducciones literales de un texto irán entrecomilladas, no en cursiva.
Signos ortográficos
  • Utilización de la coma, el punto, el punto y coma, los dos puntos, las comillas, los paréntesis, la raya, los corchetes, el guión, la barra, signos de interrogación y exclamación, el apóstrofo, los puntos suspensivos, el asterisco y la cedilla, los acentos, mayúsculas y minúsculas, partición de palabras. 
Fuentes: